


Artes Marciales para la Vida

La obesidad y el sobrepeso son el principal problema de Salud Pública en México, nuestro país es el primer lugar mundial en niños y niñas con obesidad y sobrepeso, y segundo en adultos. Ante la contingencia de salud pública, esta problemática se acentúa, así como el aumento de otras enfermedades como el estrés, la ansiedad, violencia, entre otras, dado que limita las posibilidades de la actividad física ante el confinamiento y la sana distancia.
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Programa de activación física y promoción de valores en escuelas de educación primaria en comunidades de alto rezago educativo, actualmente se lleva a cabo un día a la semana por 30 minutos y estamos impactando a 3 escuelas de la Colonia Independencia y Nuevas Colonias, Monterrey.
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Está conformado por voluntarios, con el apoyo y colaboración de directivos y profesores de los planteles educativos.
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Actualmente tenemos más de 500 beneficiarios


Mediante clases de Kung se promueve la adquisición de habilidades, valores y hábitos que impacten en los niños y jóvenes atendiendo 4 vertientes:
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Salud y bienestar
Promover la activación física, luchando por abatir la obesidad y el sobrepeso a través de la práctica de ejercicios de Kung fu
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Entrenamiento del carácter

Promover la adquisición de valores y hábitos en torno a las artes marciales, disciplina, autoconocimiento y excelencia de las tareas realizadas, lo cual se traduce en un mejor desempeño académico.
Kung-fu, o "Trabajo bien hecho”, brinda una pauta de acción en cuanto a carácter y disciplinas necesarios para la excelencia, que permean en todos los ámbitos de la vida.
Dado que en cada clase y con la práctica constante de las técnicas implementadas, los niños pueden sus progresos.

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Defensa personal
Canalizar de manera saludable y positiva la energía de los niños y jóvenes mediante técnicas de defensa personal que permitan sensibilizar acerca de la violencia y acoso escolar.
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Prevención del delito
Canalizar de manera saludable y positiva la energía de los niños y jóvenes, alejándolos de situaciones de peligro.
El ser humano no nace violento (se aprende). Existen niños que por causas sociales (anomia, cristalización de clase, etiquetaje, presión de grupo, profecía autocumplida), conforman una personalidad patológica, pero la etiología está muy lejos de ser cromosómica, lombrosiana…
El estudio del genoma humano demostrará que el delincuente no nace por generación espontánea, ni por aberración genética. Y esto no está interiorizado.
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El progreso de esta civilización ha de basarse en la solidaridad que mostremos a nuestros niños, y este siglo no ve que la tolerancia sea la característica que defina a esta sociedad.
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La violencia que nos rodea puede llegar a insensibilizarnos. El que haya niños violentos es un mal que está en la sociedad.
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Los adolescentes sufren en mayor medida que el resto de la población el rechazo y/o fracaso de los dos medios socializadores primarios: la familia y la escuela, que les conduce a contestar cuando se les pregunta ¿qué haces durante las 24 horas del día?
